Arrebato a la ilusión
Esta vez no voy a andar con rodeos para escribir esta nota, voy a escribir lo que primero me salga, mis sensaciones a flor de piel. Antes que nada quiero informar que VamoTodos perdió 5 a 3, para mí había sido 6 a 4 imagínense el mareo que tenía pero en fin, se jugó mal feo, en el primer tiempo y cuando el equipo quiso reaccionar ya no había piernas. Esto, en lo que respecta al resultado final del partido pero ya les digo, hoy voy a comentar algo diferente, algo que me genera tristeza, desazón, algo que me irrita y que me hace dar cuenta como una simple acción puede cambiar nuestro indescifrable destino. Seguramente nadie me entiende asiq paso a explicarles:
Faltaban 5 minutos para el final del partido, nos encontrábamos 4 a 3 abajo y Pulpo Romo salta a disputar una pelota con la mala fortuna de que al caer se esguinza su tobillo. (Queremos darle tranquilidad a la afición ya se encuentra bien).
Luego de retirar al exhausto número 5 de la cancha caímos en la situación de que nos encontrábamos con un jugador menos y sin suplentes. Aunque sí sabíamos que estaba el D.T mirando de reojo pero nadie se animaba a tirar la primera piedra hasta que un caradura dijo : “ entrá FEDE vas de 9, tenés que ser una torre en el área” acto seguido el optimista se calzó la 7 fui a colocarse junto a los centrales del equipo rival.
Ahora bien, que es lo raro en todo esto?...acá va: faltaban 2 minutos para terminar el partido cuando un centro muy bien ejecutado se dirige hacia la cabeza de Federico “titán” Nasuti, éste hace contacto y la pelota ingresa al arco traspasando claramente la línea de meta, en ese momento se escaparon de mi boca una seria de palabras que jamás pensé que diría: “gol, gol del FEDE !”, en ese momento me pellizque porque que suceda algo así es equiparable a una lluvia de meteoritos congelados sobre la faz de la Tierra. Todo era locura nadie entendía nada hasta que el árbitro dice: “siga siga esa pelota no entró”
¿Qué más se puede agregar? El gol no fue cobrado, la ilusión fue robada, arrebatada cual ladrón roba una cartera a una señora mayor. La desazón en la cara de Federico era tremenda, hace mucho tiempo no veo una cara que me movilice tanta tristeza. Este joven lo merecía señores, Federico se esfuerza en cada entrenamiento, corre bajo la lluvia, se levanta temprano, hace dieta, siempre esperando su oportunidad porque es conocedor de sus limitaciones y cuando Dios pareció acordarse de él un juez terrenal le cerró las puertas del paraíso, por eso de parte de todo el plantel quiero decirte: “Muchas gracias FEDE, nunca olvidaremos ese momento”
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